1.1.10

Αωhra

Я: te cuento algo?
R: mh
Я: no sé qué es cada cosa, te ha pasado eso?
R: no sé, quizá, cómo que no sabes qué es cada cosa?
Я: pues tal cual eso, ya no logro distinguir qué es cada cosa, tengo nociones, o bueno, puedo intentar decir qué es cada cosa y podríamos estar de acuerdo en ello, pero el hecho es que ya no sé.
R: pero cómo es eso?
Я: no sé, es que me dicen cosas, los oigo, percibo, y, creo, entiendo, pero no sé qué es eso, no tanto no saber qué quiere decir, simplemente no sé qué es, como que hay otra cosa, una perseverante apariencia... curioso, porque no podría adivinarla si no la tuviera en frente a plena luz de día, con los ojos ya con la lágrima rota, y con la percepción dilatada como quien va a parir.
R: quiénes te dicen cosas?
Я: todos. dime, qué pasa si la realidad objetiva no tiene caso alguno? porque a veces volteo a ver a un lado y me quedo pensando, y cuando dejo de pensar me doy cuenta que no vi nada, no hay recuerdo de ese lugar al que volteé. entonces para qué volteo...
R: hoy estás muy rebuscado, sabes?
Я: o no poder decirle soledad a la soledad, no llamar compañía a la compañía... y luego las mujeres, los recuerdos, las ideas. hay recuerdos que tienen más bien tinte de una invención mía, pero cómo sé eso, de dónde saco esa diferencia?
R: nosotras qué? la verdad ya no te sigo.
Я: y si en vez de recordar ideas, por qué no ideo recuerdos, o sea, porque no uso la estructura de las ideas para recordar en vez de hacerlo como siempre, las cosas deben doler distinto así, o a lo mejor ya ni dolor son, serían otra palabra. pensar en el lenguaxe.
R: y te pasa lo mismo con los objetos?
Я: no, como que ésos se me olvidan, pero sólo por su lado inanimado. hace rato me enamoré...
R: de quién?
Я: ni idea, no la vi bien... fue más bien un enamorarse de nada más mirarle las manos, menos aún, el dorso, un pequeño cuadro, un patrón, un fractal.
R: te importa si sigo leyendo?
Я: y luego: un desamparo tan al aire cuando ves que ni siquiera la verdad de lo que eres (o dices ser) y quieres (y dices querer) es cierto. cuando lo que más deseas te suena más bien a un rumor, algo que escuchaste a unos desconocidos una vez que te los cruzaste. o cuando vez las cosas, el mundo, tus amigos, tu familia, los lugares de siempre y a menudo, y de tanto reconocerlos por fin tienes la certeza de que no tienes la menor idea de qué son, de dónde salieron o por qué, cada día la generación espontánea hasta del holograma del recuerdo, puro presente. si se está así como que hay que reinventarse sus esperanzas, otra vez, hasta cambiarles el nombre, los colores, qué sé yo, volver a conocer a cada cual, presentarse: "hola, guapa, soy tu novio" "buenas tardes, usted es mi padre, me dice?" "claro, recuerdo cuando íbamos juntos a la escuela, es un placer conocerte" "pero, por supuesto, me podría de amor por ti, ahora lo olvido" "yo te pensaba, y eres tan diferente". la verdad, te digo, es demasiado trabajo. deberían de pagar o dar una beca, pero puede que así sea y uno sin saber.
R: debería pedir una beca yo.
Я: y peor aún, peor tantito: ves cómo todo el teatro, el circo, el semáforo, la escenografía, es pura interfaz: como un teléfono, o una carta, o el aire, o el cuerpo... interfaces dentro de la interfaz, y si te fijas bien, un poco por la izquierda, te das cuenta de que has estado jugado al tonto mucho tiempo, como quien deja descolgado el teléfono, o manda la carta al lugar equivocado, o habla por puro miedo al silencio, como quien se queda callado, como quien no toca a nadie. tal cual, tienes enfrente lo que querías aunque digas que no, aquello que te va sacar de donde te sientes atrapado, y qué haces? te quedas callado, te tiras a dormir, no vas, cierras la ventana. te desvives (pero del que no tiene esfuerzo). es más, creo que a veces no hacemos más que eso: desvivirnos, andar harapientos, deshacernos el suéter y luego sentirnos orgulloso del batidero que hacemos, de lo empolvada que está la casa.
R: tonto.
Я: que igual nadie te dice, pero por qué iba alguien a decirte que eres un pendejo (R: tranquilo), eso le corresponde a cada quien, y cuando pasa, la verdad, es puro gusto barroco, puro merengue: las recriminaciones, los rencores, la rabia, el pasado: todo un pastel de quince años, de varios pisos... para qué tanta repostería? si yo hasta he visto que llega un tiempo en que ya nadie quiere tanto dulce barato, tanta porquería.
R: crees que me deba empezar a preocuparme seriamente por ti?
Я: qué confuso es que alguien te vea. o que lo evite. que lo haga de frente o que corra despavorido. como cuando caminé por el desierto aquel: verdísimo el pinche desierto y atascado de plantas y cactus y algunas florecitas, los nombres nomás sirven para que no te pierdas... ni eso, para que te medio guíes, a tientas, por eso esa angustia de si ya mero llego a donde voy, o ya me pasé... pero te decía uno ve el desierto el resto del año y seco como lo que quieras, porque se me acaban los similes, y entonces yo voy a conocer el desierto que no es el de siempre, pero el desierto a fin de cuentas y las cosas ni si quiera son ellas, son otras cuando tienen ocasión y cuando no.
R: eso qué? tú qué?
Я: como mentirse y fracasar en el intento, pero todavía no tener otra opción, o no poder nombrarla, a ciegas, a mudas, sin tacto, pura sensación así como de dentina adolorida en el pecho, como de lengua quemada.
R: qué es "dentina"?
Я: me dan ganas de no volver aquí, o a ninguna parte, y andar tanto que cuando abra los ojos todo me parezca raro, pero ya me lo parece: horrible querer estar donde estoy y no saberlo, y, como sea, decírtelo, platicártelo a detalle. no saber dónde estoy en este cuarto contigo que no sé quién eres, rodeados de estas cosas que no sé qué son, quién las pensó... oír el barullo de mi voz, ese sonido que sale por un montón de condiciones que me angustian... odio la física, pero... ya sabes, no sé qué es, nada más ya me quedé sin qué decirte.
R: ya era hora, ven acá.

la torta vintach

a: nomás les aviso, este año sí voy a organizar la excursión
i: ps de una vez
a: ps a ver, a qué hora nos vemos en la caseta? a las 7?
f: yo me comprometo a llevar una bolsa de bolillos y cinco kilos de plátano, para unas deliciosas tortas de plátano
(todos risas)
i: c, te acuerdas de cuando nos hacías unas tortas de carlos v?
k: estaban bien buenas
c: no, cómo eran?
m: ps la torta: el bolillo y un carlos v
c: ah
(...)