llevo tanto tiempo metido en esos programas que, de pronto, en una leve desconexión de la realidad, me imagino trazando una línea de la punta de esa imperfección a la pared, al centro de tu nariz y luego la bajo (una diagonal) al punto medio del borde exterior de tu labio superior, pura geometría, donde, buscando centros y otros puntos de referencia, busco trazar la silueta de tu boca, pero es todo un lío porque los puntos no son coplanares con el primero que tracé.entonces me harto y subo otra línea, de tu comisura a tu lagrimal (ambos izquierdos), de ahí al centro de tu ojo y te lo exploto, exploto tu pupila, pongo los colores de tu iris por capas, y sigo porque ya encarrerado busco corregir todos los detalles que por mal cálculo se me escaparon, busco intersecciones, tangentes, todo nada más porque tengo sueño de tantas líneas de tan tarde y tú eres lo que tengo enfrente mío, en la pantalla del mundo, un mundo que ya no me es tan lejano al intocable de miles de pixeles.
