Yo sí, supongo tú también. Porque como la frescura pocas cosas. Pero, como en todo, hay gente se apasiona, se pone la playera y no hay qué hacerle. Tal es el caso de nuestros amigos deste changarro donde todo está siempre... öh... fresco, qué-digo fresco, fresquísimo.
Soy fanático de los Fanáticos de la Frescura.
¿Tú tambor?
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