antes, cuando veía a mi hermano pequeño me daba cuenta (quién sabe, a lo mejor sólo 'pensaba') de que es cruel acercarse a la gente, tener cualquier contacto con cualquier persona, tener el riesgo de verse en una relación significativa, importante para alguno, porque quizá uno después no quiera o tenga que irse o encuentre algo quebrado dentro de uno.
y no poder, no querer.
después, cuando estaba solo, sólo conmigo, me daba cuenta de que también puede ser cruel no acercarse, ver cómo la vida pasa y no deja huellas, no las que uno anhela varias veces (incluso, en ocasiones, el anhelo es torpe).
y no poder, y querer.
ahora, cuando pienso en ti, no sé si alguna de las dos cosas puede ser más cruel que la otra, para uno, para todos. decidir no acercarse, nunca haberse acercado. no sé, supongo que las dos. no sé qué pase (é) contigo, no sé si en este momento de duda baste escoger una, aun si no es cierta, sólo para intentar tener una certeza.
y nada más no saber.
