3.9.08

soldadito lindo

a veces no creo haberme cruzado contigo alguna vez, las cosas de aquí son tan como siempre que las excepciones no lucen importantes, se diluyen, son parte del mismo tedio, ya no sé qué importaba que uno quisiera hacer de estas emociones de cada día la excepción de la vida, si es que en verdad puede ser como creíamos, ya no sé, me parece que en algún momento se te cayó la fe, quizá nunca la tuviste, quizá sólo te dejaste llevar y te pusiste, nos pusimos a inventar un mundo, y a veces un mundo no basta, y las esperas no bastan y no basta nada si no basta uno mismo.

por qué llamarme así, dicen que eso es como para apropiarse de la gente, no me llames así, dime por mi nombre, aunque sea por una segunda tercer cuarta infinta vez, pero no me digas con nombres que presiento ya no son míos y además no van a ser, que se perfilan más a ser un llamado a caer, y lo peor, sin saltar.

yo no sabía qué era eso, no sabía si yo podía decirte lo mismo en el otro sentido, para ti, me lo jugué, y tuve cómo nombrarte hasta antes de que tuvieras que ser nombres dados, porque ése me lo diste tú, lo tomé yo, no sé no sé.

si de verdad todo es infinito, qué es lo que puede pasar de esto? yo aún tengo una vida que quería pero en mi cabeza, a apesadumbradas intermitencias.

yo no quiero ser un soldadito, aún si lo quise, o si lo quiero, sí lo quiero a veces, con tu voz, pero ya no, difícil decir. aún no termino de saber qué podía ser, para mí era más como una potencia, un conjuro desconocido, una libertad de palabras y sonidos.

supongo que es que desarmo el mundo yo solo.

yo

solo