tengo ganas de que alguien me quiera sin la menor necesidad, que lo haga con un deseo sin ímpetu, con la misma fuerza con que se lava las manos o toma una fruta.
con la atención que pone en parpadear, con la voluntad con que estornuda. un amor tan sigiloso que no se le escucha durante ningún día o noche, que es como si no fuera, sin gana de tener nombre o gesto particular.
quiero que esté tan presente cuando calle y ría que