quizá las personas más sensibles, aquellas que reaccionan más a cualquier suceso minúsculo, cuyas emociones son altamente percibidas (somos todos?), también son las que mayores horrores podrían hacer y crear para los otros, para sí.
aunque puede que sea una cuestión general de especie y karma, y nadie está excento de esos pensamientos, esas imágenes, el miedo y sus desviaciones, sus caminos.
quizá el hecho inefable abrupto e ineludible (será? parece) del temor, si bien de todos, es más una prisión para los que saben causarlo; y los que lo causan, (improbablemente) semiiluminados perdidos que no se permiten ver lo que es realmente... si no, simples gotas cayendo que han aprendido a darse dirección. lluvia diagonal, inclinada.
nadie (a saber) termina de salir a la realidad, ésa que es de todos.
