Como todos sabemos, en Colombia hay droga. Mucha, o eso dicen (y andaba yo paseando y un wey se puso a platicarme de las 5 (?) variantes de mota que hay, que la espartana, que una grisecita y que la verga de ocho patas). Y yo me imagino que los colombianos están hasta la madre de que los detengan en los aeropuertos para revisarlos y así, digo, ya les ha de cargar esa fama. Pero que no mamen:
Basta salir a la calle pa toparlos, me cae. Pinche cinismo.