y si me dejo ponerme triste, si dejo que la cara empiece a hacérseme de hule, de cera, de nata? y luego la sostengo con las manos, pongo hacia arriba la cara, como cuando sale sangre de la nariz, para que no se me escurra la cara sobre la camisa y la manche, porque deben de ser de esas manchas que no se quitan (cómo explica luego uno? "ah, es que se me cayó la cara encima. sí, de tristeza, cómo ves?"?).
si eso pasa qué sigue? ni idea.
pero me gusta la idea de que me echen confeti encima para alegrarme, confeti de animalitos (un poco como las galletas), pero no simples siluetas, quiero que sean animales. que uno tome un puño de confeti, y lo aviente y conforme cae se vuelva animales, normales, o no sé, porque me los imagino felices, suaves y ligeros pero completamente animales, que caen como acariciando y al final hay animales alrededor, y hablamos un rato. y se me quita lo triste y a lengüetazos los animales me regresan la cara a su lugar, no la dejan caer.
ya un poco después, con algo de calma, platicamos de nimiedades, de cosas pequeñísimas, de gente, de animales, de pequeñas heridas de papel, y bebemos, y respiramos juntos, y nos quedamos callados un poco, o casi, pero estamos quedo muy quedo. y ya no estoy triste, aunque no sé si en verdad en algún momento lo estuve. quizá ya voy terminando de volverme loco (no, uno nunca acaba.).