4.12.09

sin querers

debo reconocer que mi estado regular es la modalidad de burla: no importa qué haga, diga, qué gesto tome, qué entonación, referencia, cuánta razón tenga, cuán serio sea el asunto, cuál sea nuestra relación... mi interlocutor siempre carga consigo algún absurdo (y es probable que yo también) y no puedo evitar notarlo desde el principio de nuestra interacción. quizá deba disculparme. a saber.

y el otro día yo dije algo con intención de que se diera cuenta de algo por vía indirecta, una persona me regañó porque consideró mi tono de voz inapropiado, la otra entendió que era un cumplido. la comunicación luego es una cosa bien difícil.