Hay que explicar. Desde que está este blog me ha dado por tomarle foto a cualquier cosa que atraiga, aunque sea mínimamente, mi atención. Y ps ando todo el día alerta, encontrándole el lado absurdo a lo que me vaya encontrando, no importa qué sea, la verdad hasta me ha alegrado un poco la vida el hacerlo. Es que, de-veritas, todo está cagado (si no, chequen acá y aquí).
Y, hablando de cagadas, estaba yo hace poco, hace no mucho en un supermercado, ya-saben, y de-pronto volteó a cierto lugar en donde se ha decidido que el mole va. Lo veo, se activa mi sistema de absurdo y pienso “Parece caca. Le voy tomar foto.” Tal cual.
Más nimia foto no puede haber.Y terminada la foto doy media-vuelta para toparme con un ñor con gorrito higiénico pa manejar alimentos, se me queda viendo segundo y medio, me pregunta “¿Pidió permiso en la gerencia?”. Yo nontiendo si se dirige a mí. Pero, como me ve, supongo que así-es. “Eh, no, ¿quiere que la borre?” Dice que sí, agrega que no es que no se puedan tomar fotos, pero hay que pedir permiso en la gerencia; yo hago como que la borro.
O sea, no me chinguen, ¿no le puedo tomar foto al puto mole? No es como si fuera peligroso, un secreto que hay que guardar. Nones, el mole es el mole y ya. Es parte del inconsciente colectivo.
Pero-bueno, yastoy escribiendo mi carta en la que solicito poder tomar fotos al mole, dando algunas razones a las que nadie-pero-nadie se puede negar (acepto sugerencias).
Estén pendientes, y defiendan su derecho a fotografiar el mole.
