Psí, andaba yo por el mundo y se me hizo fácil robarme el siguiente postre:
Pero lo que yo no sabía es que el señor contaba con el largo-brazo-de-la-ley, porque me alcanzó luegoluego. Y todo valió, sin postre, fui remitido a una oficina dondesperé durante una eternidad que me regresaran mi libertad.
Hasta que fui perdonado (a los 10 minutos).
Y-ya.