Estoy triste, hace unos días tuve que sacrificar a un par de tenis al cual yo quería mucho. Esos tenis llevaban en mi vida cuatro años aproximadamente, fueron conmigo a muchos conciertos, a la escuela, al cine, etc. Eran parte integral de mi vida, pues, aunque ya no presentables para la sociedad, los seguí usando en mi casa. [Fotos en calidad de guolpéiper.]
Foto desde ángulo estrátegico pa que no se note el desorden.
Yastastaba pensando pintarlos para que se vieran más monos, pero entonces descubrí que se había apoderado de ellos un odor de proporciones épico-industriales que se pega al contacto con la piel. Entonces los tiré como uno hace con los familiares que desarrollan lepra, herpes, o alcoholismo.